La Familia Zepeda

Miguel y Diana se conocieron en la escuela, en sexto grado, con apenas 11 años de edad. Ambos creciendo en familias sólidas, simpatizantes con el cristianismo, pero no practicantes. Fueron buenos compañeros de clase, pero luego del bachillerato perdieron contacto.
Miguel comenzó a gozar de mucho éxito en el ámbito académico y laboral, pero un vacío en su corazón se hacía cada vez más ruidoso. Gracias a que unos amigos lo invitaron a estudiar la biblia y por medio de una obra teatral de la iglesia donde hoy se congrega, él se
vio confrontado con su necesidad de una relación con Jesús, reconociéndolo como Dios y Salvador en febrero del 2012.
Por su lado, Diana también disfrutaba de una carrera exitosa, pero que la mantenía muy lejos de casa, lo cual le develó una necesidad espiritual insatisfecha. Fue así que desde el 2015 inició su búsqueda intencional de una conexión genuina con Dios, y en el proceso encontró amistades que la invitaron a participar en eventos cristianos y en un grupo de jóvenes, que Diana aceptó y en el que se reencontró con Miguel.
Este nuevo encuentro dio paso a entablar una nueva y fresca amistad, y pronto Miguel se convirtió en un guía espiritual para Diana. Fue en ese proceso que ella se encontró con Jesús, a quien hizo su Señor y Salvador en el 2016.
Más tarde en el 2017 iniciaron una relación de noviazgo, y descubriendo un llamado y proyecto de vida conjunto, dieron el “sí” ante los ojos de Dios como esposos en febrero del 2020.
En febrero de 2021, después de un servicio en la iglesia, un amigo y pastor de la congregación los presentó con Erika Barlow, quién les habló acerca de Healing Love Ministries. Miguel y Diana quienes estaban convencidos que no tenían vocación ni tiempo para la paternidad, fueron fuertemente conmovidos por Dios, primero de forma individual y luego en pareja.
El llamado de Dios para ser padres de hogares temporales era claro e innegable, por lo que aceptaron convertirse en una familia de Healing Love Ministeries y actualmente se encuentran en el proceso de formación requerido por las instancias gubernamentales de El Salvador.
La Familia Lopez

Doris creció en un hogar cristiano y su familia estaba involucrada en el ministerio de evangelismo. A través de devocionales familiares cuando era adolescente, entregó su vida y se bautizó en 2001. Continuó caminando con el Señor y se involucró en el ministerio de niños y la evangelización en 2005. Cuando llegó a la Universidad, asistió a estudios bíblicos en el campus y a un grupo de jóvenes en la iglesia. Fue aquí donde conoció a Mario, quien también se crió en un hogar cristiano. Mario también llegó a conocer al Señor cuando era adolescente y siguió creciendo en su fe mientras asistía al grupo de jóvenes y finalmente lo dirigía. Mario y Doris se casaron en 2018 y con este nuevo capítulo en la vida comenzaron a asistir a grupos matrimoniales. En 2020 dieron la bienvenida a su hijo Mario Andre a su familia y ahora tiene 4 años. Tener un bebé durante la pandemia fue un desafío, pero Dios fue fiel a través de todo.
Los conocimos en febrero de 2023 y expresaron su deseo de convertirse en padres temporales, por lo que entregaron todos sus documentos al gobierno y pasaron por su programa de capacitación hasta convertirse en padres adoptivos certificados. En febrero de 2024 dieron la bienvenida a su hogar a un bebé de 4 meses al que han amado como si fuera suyo desde entonces. Ahora tiene 7 meses. Recibe amor y atención uno a uno y ahora se esfuerza en su desarrollo, gateando por todos lados e intentando seguirle el ritmo a Mario Andre.
La Familia Figueroa

Patty asistía a la iglesia a los 8 años, pero cuando sus padres se divorciaron, se sintió abandonada y buscó a Dios como su Padre. En un campamento juvenil, entregó su vida al Señor y se comprometió a servirle. Desde entonces, ha completado programas de discipulado y actualmente toma cursos de consejería bíblica en la universidad. Luis también fue llevado a la iglesia por su madre de niño, pero al llegar a la adolescencia se dio cuenta de que era un “cristiano dominical”. Su líder de alabanza lo confrontó, quien no solo le enseñó música, sino que también lo discipuló, y a los 17 años entregó su vida a Jesús. En 2010 conoció a Patty en un retiro juvenil y su compromiso con el Señor le dio la seguridad de que ella era con quien pasaría el resto de su vida. Durante muchos años han servido juntos en el ministerio juvenil y recientemente se mudaron al norte de la capital, donde planean continuar sirviendo. Han recibido en su hogar a una niña recién nacida y les estamos ayudando con sus visitas médicas. Patty y yo sabemos por experiencia lo valioso que es conocer a Dios desde la infancia. Por eso queremos ser padres de acogida: para darles la oportunidad de conocer el amor de Cristo desde pequeños. — Luis Figueroa
La Familia Garcia

Rafael creció en un hogar cristiano y su familia siempre lo guiaba hacia Cristo. Sin embargo, fue durante su último año de secundaria, en un devocional de Pascua, que reconoció su necesidad de un salvador y entregó su vida a Cristo. Mónica fue profundamente influenciada por el testimonio de fe de su madre desde niña. Conoció a Rafael y, al casarse, buscaron un lugar para crecer en su relación con el Señor. En 2021, fundaron la Iglesia Vida Nueva y participaron en su programa de discipulado CRECE, donde ahora sirven activamente. Recientemente descubrieron que Mónica está embarazada y que darán la bienvenida a su primer bebé biológico en enero de 2026. Esperarán la llegada de su bebé para abrir su hogar a un niño vulnerable.
